Si hay un país que le debe algo a México, es Cuba. Y al decir "un país", lo hago en el más amplio sentido de la palabra: desde la integridad institucional del Estado cubano de la revolución, hasta el bienestar de muchos cubanos individuales.
Fidel Castro, por si alguien no lo recuerda, recibió asilo político por parte del gobierno mexicano -en Cuba había estado preso por encabezar un levantamiento armado- y estuvo aquí poco más de un año, donde preparó la vuelta a Cuba para iniciar el levantamiento revolucionario. Fue en ese tiempo que conoció al Che Guevara, y de aquí partió el barco Granma con el grupo inicial de rebeldes que pondrían en marcha la revolución.
Luego, cuando Estados Unidos les impuso un rudísimo bloqueo económico, México no sólo fue prácticamente el único país que no se sumó al boicot, sino también se enfrentó al poder de EU en diversos foros internacionales. Por 40 años, México fue un aliado incondicional de la isla (me pregunto, ¿cuántos millones de barriles de petróleo les vendimos cuando nadie más les tiró un lazo?); y no sólo fue el gobierno, también hubo numerosos actores sociales mexicanos que siempre dieron su apoyo irrestricto a Cuba.
Es cierto que en tiempo más reciente, el gobierno foxista no tuvo la mejor relación con Cuba. Pero con Felipe Calderón las relaciones ya estaban recuperándose; y más allá de lo político, son muchos los cubanos que han llegado de la isla en busca de oportunidades. Obviamente, aquí viven bien: el país les ha abierto las puertas y han podido ayudar a los suyos ya sea enviándoles dinero, o incluso trayendo a padres y familiares una vez que logran estabilizar su situación aquí.
Pero, para vergüenza del gobierno "revolucionario" (a estas alturas, el término da risa), toda esa historia no cuenta. México entró en crisis, y nuestros hermanos cubanos fueron los primeros no en enviar ayuda o en refrendar su solidaridad, sino en cerrarle las puertas al único que por décadas nunca les dio la espalda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario