No sé si sea un dicho, un silogismo o una simple frase que se ha hecho popular. Pero eso de que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo", a mi juicio tiene bastante de razón.
Y, también a mi juicio –¿de qué otra forma podría yo decir algo, a menos que me pusiera yo a hablar en nombre de los demás?–, esa frase describe muy bien la forma en que algunos grupos de derechos humanos están tomando partido entre el Ejército Mexicano y las bandas de narcotraficantes.
Hace unos años, cuando empezaba a intensificarse la lucha del sistema contra los grupos de delincuencia organizada, éstos pusieron en marcha una estrategia preocupante: movilizaron grupos de jóvenes para que se manifestaran públicamente contra la presencia del Ejército en sus ciudades (en estados del norte), aduciendo que coartaban la libertad, etc. El clásico acarreo que en su momento tan hábilmente perfeccionó el PRI, nomás que ahora en apoyo a criminales.
La intención era obvia: generar un clima de antipatía hacia el Ejército ya fuera por convencimiento (que la gente se creyera el discurso de que el Ejército era una presencia nociva), por conveniencia (los propios acarreados que recibían algún beneficio por su participación) o por hartazgo (de la población que resultara afectada por las marchas y bloqueos). Y no era una mala idea; de ahí que resultara preocupante.
Y si no era mala idea, ¿por qué dejaron de hacerlo?
En buena medida, porque ya no lo necesitan. El narco ya no destina recursos a poner a la población en su contra, porque hay algunos encargados de hacerles la chamba de desprestigiar y estorbar al Ejército; y, 'lo mejor', lo están haciendo gratis (bueno, al menos eso quiero creer).
Me refiero sobre todo a los “defensores” de los derechos humanos (más abajo explicaré las comillas*).
Entiendo que los derechos humanos son un aspecto vital de una sociedad civilizada y que, en la medida en que queramos seguir mereciendo dicho título, es importante vigilarlos y denunciar cualquier violación a los mismos. Pero lo que no soporto es que los actores que defienden dicha bandera actúen con absoluta irresponsabilidad y falta de criterio para únicamente atacar a los cuerpos del Estado, sin prestar la mínima atención al contexto en el que se dan dichas situaciones.
No importa si los narcotraficantes y la delincuencia organizada extorsionan, amenazan, asesinan y torturan -nos consta que lo hacen, y en abundancia y con crueldad desmedida-. Para los mercenarios de 'los derechos humanos' eso no sólo no tiene relevancia, sino que no existe -¿alguien recuerda alguna vez haber oído que se pronuncien al respecto? Yo, no.
Pero no suceda que un soldado rompa alguna regla en ese sentido, que entonces sí se razgarán las vestiduras: habrá conferencia de prensa, La Jornada lo pondrá en primera plana y aparecerá alguna caricatura asegurandose de que Felipe Calderón aparezca como un absoluto maloso.
Misión cumplida: se habrá propiciado un ánimo adverso contra el Ejército, para beneplácito de los narcotraficantes.
Y, por aquello de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, La Jornada y los mercenarios de DH habrán tomado partido por el bando de los enemigos de México.
Si al menos se hubieran ocupado de declarar enfáticamente su condena al acto criminal de un coche bomba por parte de los narcos...
* Por cierto, le ponía comillas a lo de “defensores” de los derechos humanos. Lo hice porque me parece que este tipo de organizaciones muchas veces dejan a un lado su labor de defensores, para convertirse en mercenarios. Lo importante es denostar a las instituciones –de ahí proviene su poder–, y no la defensa de los DH. Porque, si esto fuera lo que realmente les importa, ¿no creen que deberían poner el grito en el cielo, hacer un verdadero escándalo, cuando un grupo criminal pone una bomba para asesinar civiles?
Son mercenarios, sin comillas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
CUANDO LA CNDH HA EMITIDO UNA RECOMENDACION A LOS SICARIOS DE LA FAMILIA, LOS ZETAS, LOS DE LA LINEA, ETC.ETC. Y ELLOS SI ASESINAN IMPUNE Y DESPIADADAMENTE A CIVILES, NIÑOS, MUJERES, JOVENES, QUE NADA LES HACEN NI SE PUEDEN DEFENDER.
ResponderEliminarDESDE EL MOMENTO EN QUE INVADEN EL TERRITORIO MEXICANO LOS QUE ESTAN LLEVANDO LA DROGA YA ESTAN CONSPIRANDO CONTRA LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS MEXICANOS, Y POR ESO ES QUE EL EJERCITO HA TENIDO QUE TOMAR LA BATUTA, LAMENTABLEMENTE A VECES PERSONAS INOCENTES ESTAN EN EL LUGAR Y MOMENTO EN DONDE EL EJERCITO TIENE QUE ACTUAR, HAY QUE APOYAR AL EJERCITO YA QUE SON ELLOS LOS QUE NOS ESTAN TRATANDO DE REGRESAR NUESTROS DERECOS HUMANOS
ResponderEliminar