viernes, 10 de abril de 2009

Bicicletas para la Ciudad de México

Supongo que al igual que yo, mucha gente ha tenido la inquietud de que en la Ciudad de México exista la posibilidad de utilizar la bicicleta como un medio de transporte viable: es decir, que podamos usar la bici para ir a estudiar o trabajar, en forma segura y práctica.

De unos años para acá, el gobierno perredista de la Ciudad ha mostrado sensibilidad hacia el asunto.

Primero fue el Peje López Obrador, al inaugurar la famosa Ciclopista que desgraciadamente no ha servido para nada. Y es que hasta ahora prácticamente nadie la usa, lo cual en mi opinión se debe a que el proyecto, aun concediendo que haya sido concebido de buena fe, tiene un sabor demagógico demasiado fuerte (me refiero a que, con el tiempo, todos nos dimos cuenta de que se privilegió lo espectacular del asunto por encima de su utilidad: el principal ejemplo son las inclinadísimas pendientes que la Ciclopista presenta en su tramo del Periférico entre Chapultepec y el Viaducto -imposibles de subir de no ser un ciclista profesional-, y tampoco son muy prácticos los tramos que circulan por calles de la colonia Roma, 100% olvidados y desde el primer día siempre invadidos por el tráfico de automóviles.

Aun así, hay algo rescatable de la iniciativa lopezobradorista: el hecho de haber puesto sobre la mesa la posibilidad de darle su espacio al tráfico de bicicletas como una real opción para el transporte de las personas en el DF.

Luego vinieron los llamados 'Paseos ciclistas'. Cada domingo el gobierno de la Ciudad cierra durante unas horas algunas avenidas importantes, dejándolas reservadas para el uso de bicicletas. En general estos paseos se llevan a cabo en dos puntos de la ciudad: en el eje Paseo de la Reforma - Zócalo, y en alguna delegación política -me parece que sólo participan las delegaciones de gobierno perredista-; además, una vez al mes se lleva a cabo una versión extendida del asunto, llamada el 'Ciclotón', el cual abarca un circuito de avenidas que a grosso modo podría describirse así: eje 7 sur (Félix Cuevas, etc.), Patriotismo, Av. Chapultepec y algún eje en el oriente de la Ciudad, para completar una ruta ciclista cuya longitud calculo que está en el orden de 35 kilómetros (aquí puedes ver el mapa de la ruta usual).

Estos Paseos ciclistas son una gran idea, pues tienen el efecto doble de por un lado enseñarnos a todos -automóvilistas y ciclistas- que la bicicleta sirve, es divertida y merece un espacio en la ciudad; y por el otro, nos da gratuitamente un espacio de convivencia familiar y comunitaria, en un ambiente en verdad agradable, muy alejado de ese saborcillo de hostilidad e individualismo que inequívocamente acompaña a todo lo que tiene que ver el uso y la posesión de un automóvil.

No recuerdo si los Paseos surgieron con el P-G o con Marcelo Ebrard. Es igual: a quien lo haya hecho, le doy un aplauso.

En verdad es recomendable darse una vuelta por estas actividades ciclistas. En la página del gobierno del DF está publicado el calendario de los Paseos y Ciclotones para todo el 2009.

Ebrard ha sido un activo promotor del uso de la bicicleta. Hace uno o dos años hizo algunos actos de mucho impacto mediático, anunciando que en adelante los lunes se iría en bicicleta a su trabajo, y que lo mismo harían sus colaboradores. Ignoro si él y/o sus subordinados hayan cumplido su promesa -lo dudo-, pero cualquiera que sea el caso, mi impresión es que esa propaganda también ha tenido un efecto favorable hacia la aceptación y la promoción del transporte basado en el pedaleo.

Posteriormente la ciudad ha visto el surgimiento de iniciativas interesantes, tales como el préstamo de bicicletas para moverse en alguna zona definida (hasta donde sé, esto se hace en Polanco, Condesa y Roma, y en fines de semana se rentan bicis en el tramo de la Ciclopista que cruza las Lomas y el Bosque de Chapultepec -iniciativas que me parece son más bien delegacionales y no necesariamente del gobierno central del DF).

Y más recientemente, el gobierno dio un paso más en esta dinámica de impulsar el uso de la bici: estacionamientos en las estaciones del metro.

Hace unas semanas, en el metro Auditorio -el que normalmente usaba hasta hace poco- junto a las paredes aparecieron unos ganchos colgados de unos tubos, y poco más abajo unas argollas empotradas en los muros (todo esto, en el espacio que se encuentra entre la taquilla y los torniquetes de entrada); al no encontrarles ninguna explicación, supuse que se trataría de alguna forma de arte moderno. Además, poco después me encontré con que estaban poniendo unos como rieles amarillos en la orilla de las escaleras a la calle -debajo de los pasamanos-, cosa a la cual tampoco le adiviné el uso.


Pero ahora la cosa ya está clara, y perfectamente señalizada: se trata de estacionamientos de bicicletas. La persona cuelga su bici en los ganchos, y las argollas inferiores son para asegurarlas con un candado; y los rieles, evidentemente son para que uno pueda subir y bajar la bicicleta sin tener que cargarla por las escaleras.

Aunque esto de poner estacionamientos en las estaciones del metro me parece una gran idea , creo que el metro Auditorio es una de las estaciones donde más absurdo resulta hacerlo. En una lógica de origen-destino para los desplazamientos de personas en un área urbana, lo razonable es que las personas usen la bicicleta en su origen matutino -desde sus hogares-, para abordar un transporte público hacia su destino -el trabajo-. Y en ese sentido, estando en el borde de Polanco, el metro Auditorio se encuentra en un punto nodal en cuanto a ser el destino (o al menos un punto de transbordo metro-autobús) de personas que van a trabajar.

Y lo deseable es que los estacionamientos de bicicletas se encuentren en las zonas de donde vienen las personas -es decir, en cualquier estación aledaña a colonias habitacionales. Me queda claro que un buen punto de arranque para esto serían las estaciones cercañas a las colonias Roma y Condesa, que es donde ya se empieza a desarrollar algo que podríamos denominar una 'cultura ciclista'. Así, me gustaría empezar pronto a ver este tipo de recursos en las estaciones del metro Chapultepec, Sevilla, Insurgentes, Cuauhtémoc, Hospital General, Centro Médico, Chilpancingo, Patriotismo y Juanacatlán.

Pero ésas son sólo las más obvias. Ese tipo de estacionamientos sería muy bienvenido en otras estaciones que cubren docenas de colonias con población que podría ser afin a dicho servicio. Algunos ejemplos están en las líneas verde (Lindavista, Tlatelolco, Doctores, Del Valle, Narvarte, Coyoacán...), naranja (Mixcoac, San Pedro de los Pinos, Nápoles, Del Valle, Azcapotzalco, Camarones), azul (Portales, Nativitas, Álamos, San Rafael, Santa María), rosa (Juárez, Condesa, Roma, Jardín Balbuena), amarilla (Aragón, Valle Gómez) y un muy largo etcétera.

La lista de sitios adecuados es muy extensa, y estoy seguro de que en cuanto se den las facilidades adecuadas, seremos muchísimos los que aprovecharemos esa oportunidad para dejar a un lado el coche, y tratar así de mejorar la calidad de vida nuestra y de toda la ciudad.

(Yo, por lo pronto, seguiré dándole $5 pesos al encargado del estacionamiento donde dejo mi bici cada vez que me subo al metro Mixcoac.)

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