lunes, 18 de enero de 2010

Seguimiento a los precios al consumidor: 2010-ene

Para ver la versión más reciente de este seguimiento (sep. 2015), da clic aquí.

A partir de ahora, cada mes haré una revisión de los precios que se encuentran en los tres supermercados más importantes de la Ciudad de México: Comercial Mexicana, Wal-Mart y Soriana.

Mi intención es hacer un seguimiento personal a la inflación, y al mismo tiempo tener una comparación objetiva de los niveles de precios que dichas cadenas están manejando.

El sábado 15 de enero fui personalmente a tomar los precios en la Comercial Mexicana - sucursal Pilares (un par de precios los saqué en la de Revolución), Wal-Mart - sucursal Félix Cuevas y Soriana - sucursal Mixcoac.

La lista la elegí previamente, tratando de hacer una 'canasta' representativa de distintos departamentos, e incluyendo productos que calculo tendrán una permanencia larga en el mercado, lo cual más adelante me permitirá hacer un seguimiento en el tiempo.

Los productos incluidos, y sus precios, se presentan en la siguiente tabla:




Y gráficamente quedan así:




jueves, 14 de enero de 2010

La lista de compras para ser ciclista

Aunque me gustaría que más personas empezaran a pedalear, entiendo que no es fácil adoptar la bicicleta como medio de transporte principal, como yo lo he ido haciendo en los últimos meses.

No importa si es por deporte, por convicción o por necesidad: ojalá más y más gente se incorpore al mundo de bicicleta. Y para hacerlo, es necesario no sólo comprar la bici en sí, sino también algunos accesorios que sin duda ayudarán a hacer más fácil la aventura.

En mi opinión, la lista de compras incluye lo siguiente (en orden de importancia):
  1. Bicicleta. Mi recomendación es escoger la que más te guste dentro de tu presupuesto, y cuidar que no sea muy pesada.
  2. Casco. Como en alguna ocasión comenté: no sólo te dará seguridad en algún percance -¡tocamos todos madera!-, sino que te hace ver más 'respetable'. Se han puesto de moda los que parecen de moto, pero yo te recomiendo los típicos de ciclista, pues al estacionarte podrás pasar la cadena-candado por sus ranuras, y así dejarlo junto con la bici.
  3. Candado. Ya sabes, son de alambre cubierto de plástico, y hay algunos que se montan en el propio cuadro de la bicicleta.
  4. Rompevientos o sudaderas. Elígelas de color chillón para que te vean mejor los coches. Y si son amplias, podrás usarlas encima de tu ropa normal.
  5. Mochila. Igualmente, de color muy escandaloso; aparte de darte visibilidad, es muy práctica para guardar y llevar cosas (que no sea muy pequeña, pues así te ayudará a cosas inesperadas, tales como hacer pequeñas compras de super, etcétera.)
  6. Reflejantes. Para las ruedas, frente y parte trasera, te darán visibilidad cuando empiece a oscurecer.
  7. Timbre. Es muy práctico para los momentos en que sientas que necesitas darte a notar con peatones o autos a baja velocidad (si van rápido, no te van a oír)
  8. Luces. Pueden ser de pilas o de dinamo, se vuelven muy necesarias si tienes pensado circular de noche.
  9. Chaleco reflejante. De los que se usan en la construcción, te lo puedes poner encima incluso de la mochila, y realmente se ven muy bien con las luces de los autos.
  10. Poncho. También le llaman 'manga', son una especie de jorongos impermeables, y agradecerás traerlo en caso de lluvia pues no sólo te tapará a ti sino también a tu bici.
En una próxima ocasión contaré de algunos lugares que conozco para comprar estas cosas.

martes, 12 de enero de 2010

Los partidos políticos, el mal de México

En estos días se está manejando un movimiento que pide la renuncia del Presidente Felipe Calderón.

Dada la crisis económica y social en la que el país está hundido, es muy entendible que la gente esté muy enojada con el actual gobierno y que quiera 'venganza' por esa vía. Pero el verdadero mal de México no tiene nombre y apellido. Es un concepto, un sistema putrefacto de muchas aristas y facetas, que en mi opinión tiene sus principales manifestaciones en dos instituciones que cada vez se vuelven más nefastas:

a) Los partidos políticos, y
b) Los diputados.

Eliminar las plurinominales, reducir los presupuestos de los partidos, imponer la rendición de cuentas, abrir la reelección de diputados... Una reforma política que incluyera ese tipo de medidas sería mucho menos riesgosa para el país que una hipotética renuncia del Presidente, y su efecto sería más definitivo.

Pero como eso sí que le afectaría a "La Mafia" (y no me refiero a la de los delirios del peje, sino a los partidos PRD, PRI, PAN, PT, PVEM, etc), difícilmente los políticos la apoyarían. El único partido que propuso reducción de presupuesto a los partidoss, el PSD, lo pagó caro: perdió el registro.

Pregunto, ¿de cuál de esas pandillas de rufianes cree la gente que saldría un presidente digno?

domingo, 10 de enero de 2010

En Venezuela, Chávez quiere controlar la economía con fusiles

Leo en el periódico La Jornada una nota titulada "Amaga Chávez con usar al ejército para evitar el alza de precios". De tan absurdo, parecería una nota de propaganda antichavista; pero estando publicado en un periódico completamente afín a dicho dictador, me parece que el asunto incluso despierta simpatías entre los simpatizantes de la izquierda militante.

De verdad es una locura.

No es lo mismo dar discursos de igualdad y solidaridad, que controlar una maquinaria tan compleja como es la economía de un país. Seguramente a tiros podrán impedir que los comerciantes -los cuales, dicho sea de paso, también pertenecen al pueblo- vendan; pero la economía, guste o no, obedece reglas, y si las cosas no se pueden vender al precio que tienen, la economía simplemente se detiene. Baja de producción, escasez, sequía económica, etc etc podrían ser las cosas que se le vienen encima a los pobres venezolanos. Al estilo URSS y Cuba.

Pero no sorprende; si en economías manejadas con responsabilidad y por expertos es complicadísimo mantener las variables en orden, era absurdo esperar resultados positivos en un país donde todo es controlado por un soldado demagógico, que en sus discursos llega a manejar ideas tan disparatadas como ¡regresar al trueque! y que, además, acostumbra regalar dinero a otros países.



Ojalá quienes manejan Venezuela dejen a un lado los discursos absurdos, y hagan las cosas apegados a la realidad.

lunes, 4 de enero de 2010

Ser ciclista en la Ciudad de México

Cuando uno piensa en usar la bicicleta para transportarse en la Ciudad de México, lo primero que viene a la mente es el riesgo de hacerlo en una ciudad cuya cultura vial deja mucho que desear. "Estás loco, es peligrosísismo, te van a echar el coche encima", son los comentarios que escucharás en el instante mismo en que hables de moverte en bici en el DF.

Pues bien, pese a las advertencias -y con un espíritu un poco temerario, lo acepto-, a principios del año pasado empecé a adoptar la costumbre de usar la bici no como un deporte o una forma de pasear, sino como medio de transporte para llevar a cabo mis actividades cotidianas.

Al principio fue con cierta timidez, tratando de ir únicamente sobre las banquetas, y a sitios no muy lejanos. Pero obviamente fui tomando confianza, así que ahora me muevo normalmente en el arroyo vehícular, y aun si voy mucho más lejos uso la bicicleta, en forma combinada con el metro o el metrobús.

Así, con casi un año de experiencia en cuanto a ser un ciclista de tiempo completo, creo que hay varios detalles que puedo compartir.

AGRESIVIDAD DE LOS CONDUCTORES
Este es el punto que más inquietud causa, y mi experiencia al respecto ha sido más bien positiva. Tras muchos kilómetros recorridos en diversos puntos de la ciudad, puedo decir que nunca he recibido ni siquiera una falta de respeto por parte de un automovilista -mucho menos hablar de una agresión.

Si un conductor -incluidos taxistas y ¡microbuseros!- te ve circulando en la bicicleta, su reacción será básicamente precavida: en mi caso siempre o me dejan pasar, o esperan a que yo los deje pasar; pero nunca me han echado el coche encima.

SER CONSERVADOR
Sin excepción, cada vez que he sentido algún riesgo, la culpa ha sido mía, y normalmente es por exceso de confianza: entrando a algún crucero en forma descuidada, circulando en sentido contrario, etcétera.

Así, la recomendación es en verdad simple: circula con cuidado, y los riesgos se reducirán al mínimo. Y al decir "con cuidado", me refiero a un aspecto tan elemental como tomar siempre la opción conservadora cada vez que tengas que hacer una decisión de cambio de carril, cruce de avenida, elección de ruta, frenar o no... Ser conservador significa menos riesgos, y es la forma ideal de impedir los accidentes. En contraste, ser temerario podría resultar en una tragedia y eso bajo ninguna circunstancia se puede justificar

LA ROPA
Tengo la costumbre de siempre llevar una rompevientos color fosforescente, un casco verde limón, y una pequeña mochila color naranja. El sentido común me dice que, mientras más visible sea, menor es el riesgo de tener un accidente. Por eso, cuando empieza a oscurecer, encima de la ropa -y de la mochila- me pongo un chaleco de seguridad color amarillo chillón, con franjas reflejantes que me vuelven mucho más visible para los autos.

Pero la seguridad no es el único motivo por el cual llevo ese 'disfraz' de ciclista. Tengo la teoría de que al mostrar estos elementos de precaución, se genera una actitud de empatía entre los automovilistas y la gente en general, que no te ven como "un ciclista loco", sino como una persona que se sube a la bicicleta con una actitud responsable, y eso es algo que inevitablemente favorece que tengan una actitud más respetuosa.

ESTACIONARSE
Junto con la bicicleta, desde el primer momento compré una cadena especial para asegurarla. Y, vayas a donde vayas, siempre habrá un sitio para amarrar la bici. En las estaciones de metro que hay cerca de mi casa ya tengo identificados unos estacionamientos públicos -de autos, claro- donde el vigilante me da permiso de dejar la bici, amarrada a algún poste o similar, y al salir le doy $5 pesos de propina.

En las paradas del metrobús la cosa es más civilizada: el propio sistema ha instalado unos típicos estacionamientos de bicicletas, y eso facilita mucho la maniobra.

Y en sitios donde no hay estacionamientos en forma, es tan fácil como amarrarla a un árbol o un teléfono público frente a algún negocio -cómprales cualquier cosa, y si les dices que vas a dejar ahí tu bici un rato, no habrá ningún problema. Los agentes de tránsito también son amables si les preguntas dónde puedes dejarla, te dirán que en equis lugar y en cierto modo la vigilarán.

¿QUÉ TAN LEJOS LLEGAR?
Depende de ti qué tan lejos quieres pedalear. Pero si tienes una estación de metro o algún paradero de transporte público a tu alcance, siempre podrás llegar ahí en tu bicicleta, y usar el transporte que quieras, lo cual te permitirá evitar el coche aun cuando vayas al otro lado de la ciudad.

Los domingos y días festivos, por cierto, puedes subirte al metro con tu bicicleta. En ciertas horas y estaciones puede ser incómodo porque ocuparás bastante espacio; pero si vas temprano, podrías llevar tu bicicleta a sitios alejados donde por alguna razón te interese pasear en bici.

En fin, estas son sólo algunas ideas y recomendaciones. Ojalá sirvan para incrementar la cultura ciclista en la Ciudad de México (o en cualquier otra población del mundo).

viernes, 1 de enero de 2010

Ahorrar agua, ¿es mucho esfuerzo?

Hace unos días enumeré 10 acciones que recomiendo para ahorrar agua en el hogar.

Ahora trataré de hacer una valoración objetiva respecto a qué tanto "sacrificio" implica cada una de ellas, esto con el fin de evaluar qué tan viables son de realizar para una persona cualquiera.

Tratándose de un asunto tan importante como es el cuidado del agua tan importante, pienso que la gente tendría que estar dispuesta a hacer verdaderos sacrificios en la materia. Pero en el caso de las 10 acciones que propongo, prácticamente ninguna involucra un sacrificio; si acaso, algún esfuerzo o bien reducir algún lujo o comodidad a la que estemos acostumbrados. Veamos:


1. Instalar regaderas ahorradoras
- Tiempo: Mínimo (comprar la regadera, e instalarla)
- Dinero: Muy reducido (alrededor de $200 pesos por un kit ahorrador en Bodega Aurrerá o Soriana, que incluye ahorradores para WC y fregadero de cocina).
- Esfuerzo: Mínimo (comprar e instalar)

2. Mientras el agua de la regadera se calienta, juntarla en una cubeta para trapear o para echarla en la lavadora de ropa y usarla en la siguiente lavada
- Tiempo: Nulo
- Dinero: Nulo
- Esfuerzo: Ínfimo

3. Cerrar el agua de la llave mientras te enjabonas, afeitas, etc.
- Tiempo: Cero
- Dinero: Cero
- Esfuerzo: Ínfimo (aguantarte las ganas de recibir el chorro)

4. Instalar ahorradores en la llave del fregadero
- Tiempo: Ínfimo
- Dinero: Muy reducido (forma parte del juego ahorrador en Soriana o la Bodega Aurrerá)
- Esfuerzo: Ínfimo

5. Enjabonar todos los trastes primero, y después enjuagarlos, para que el agua vaya cayendo en los que están abajo
- Tiempo: Cero
- Dinero: Cero
- Esfuerzo: Cero

6. Algún sistema para reducción del consumo de agua en el WC
- Tiempo: Ínfimo
- Dinero: Ínfimo (también viene incluido en el ahorrador que venden en la Bodega Aurrerá y en Soriana)
- Esfuerzo: Ínfimo

7. Detectar y eliminar fugas del tanque del WC por el 'sapo'
- Tiempo: Para detectar, ínfimo; para corregir, reducido (traer un plomero)
- Dinero: Para detectar, ínfimo (el juego de $199 que venden en la Bodega Aurrerá tiene un sistema detector); para corregir, reducido (el sapo cuesta $10 pesos, el plomero cobra $100)
- Esfuerzo: Para detectar, ínfimo; para corregir, mínimo.

8. Regar el jardín por las tardes, después de que el sol bajó
- Tiempo: Cero (incluso ahorras tiempo, pues necesitas echar menos agua)
- Dinero: Cero
- Esfuerzo: Cero

9. Lavar el auto con una cubeta
- Tiempo: Cero
- Dinero: Cero
- Esfuerzo: Ínfimo

10. Lavar la ropa con un ciclo ahorrador, y no usar la lavadora con poca ropa
- Tiempo: Cero
- Dinero: Cero (de hecho, ahorrarás luz)
- Esfuerzo: Cero

En resumen, diría yo que para lograr un ahorro de agua significativo no es necesario hacer ningún tipo de sacrificio. Lo que se requiere es un simple cambio de actitud; una vez que vayas asumiendo estas acciones, no sólo te darás cuenta de que no te cuesta nada, sino que descubrirás una recompensa inesperada, que es la satisfacción de descubrir que estás haciendo algo bastante benéfico y decente, y eso en sí solo es dignificante para ti y para tu familia.